"Bienvenidos al infierno, por favor mantenga brazos y codos dentro del vehículo". Daria Morgendorffer.

jueves, 11 de marzo de 2010

Sobre los amores platónicos.

Es extraño, porque no tengo ni idea de las cosas que voy a decir de ahora en adelante. No puedo responsabilizarme de las cosas que escriba mi pluma, porque hay un momento en el que dejo de pensar y permito que las palabras fluyan sin pasar por la mente. Directo al papel, usando tinta como nexo.

Por eso si quieres seguir leyendo, es todo bajo tu propio riesgo. No prometo que sea algo bellamente escrito. No prometo que se convierta en tu lectura favorita. Ni siquiera prometo que tendrás una mejor opinión de mí luego de leer esto.

Las mejores cosas de la vida, las más arriesgadas, las más dementes, las que nos hacen sentirnos vivos, las hacemos bajo nuestro propio riesgo.

Qué raro es sentir esa sonrisa fluir cuando escucho algo que realmente quiero escuchar. Qué insoportable es escuchar una palabra cortante a una pregunta interesada. Reconozco que a veces puedo ser cortante yo también. Es divertido y algo atemorizante el ver como el universo te paga con la misma moneda.

Siempre he perseguido los amores imposibles, porque pienso que un amor platónico es mil veces más divertido que un amor correspondido. No hay nada más increíble que esas mariposas en el estómago. La incertidumbre. El no saber si dijiste algo inadecuado, el caminar con cautela. El intentar llamar la atención, no de un modo especialmente llamativo.

Una serpiente anuncia a los demás que es venenosa gracias a sus colores llamativos, a sus intrincados dibujos y al sonido de su cola. Y nadie confía en las serpientes.

Cautela, le dicen. Cautela. Sigilo. Delicadeza, lo contrario a esa serpiente que espanta a quien la ve acercarse.

¿Cómo acercarse, entonces, sin bajar la cabeza, pero sin subirla demasiado?

Estaba hablando de los amores imposibles, creo. Es increíble ver como me desvió de un tema tan fácilmente.

El caso es que no puedo resistirme a un amor imposible. Desde pequeña lo he sabido, un amor platónico te hace sentir… tanto… tantas cosas. De tantas maneras. Te hace sentir viva.

Todo radica en esa incertidumbre, en ese no saber qué pasará luego, en el ir y venir de unas miradas furtivas que no sabes si son correspondidas o no. Porque no hay mejor manera de estudiar a alguien que desde la sombras.

“Estudiar a alguien”. Es un término cómico.

El caso de todo esto es que, tengo un nuevo sujeto de estudio, ja. Quizás si lee esto sabrá que hablo de él, quizás no. Quizás le divierta, quizás no.

A mí... me divierte muchísimo. *risa macabra*

5 blahs:

Claudia Aguirre Cueva dijo...

Esto me encanta y me hace sentirme un poco viva ante lo que ocurre ahora mismo en mi interior. Son amores confusos para mi personalidad, pero menos dolorosos al final.

Excelente que haya algún sr. por allí... Yo necesito conocer esos chismes...

Alicia Zapata dijo...

En efecto, los amores "platónicos" o, en tal caso, algunos de ellos, poseen cierto encanto seductor: la incertidumbre, las mariposas en el estómago. Pero llega un punto en el que te das cuenta de que persigues un ideal que tal vez no existe, eso pasa cuando idealizamos el amor. suele doler.
Aún así, sigue siendo emocionante, como una presa que se rehusa a ser cazada, y un cazador que simplemente no puede abandonar a esa presa en particular, quizás por costumbre, o por algo más xD
Ay este tema me gusta, deberíamos hablar sobre estas cosas, in person of course =)

Ginna Ginny. dijo...

David fue mi amor platónico ¿Lo sabían? =) *Se imagina a sus hermanas vomitando*

Alicia Zapata dijo...

*no es hermana pero vomita de todas maneras* (?)

Jajaja mentira, ya eso lo sabía XD

Anney Lime dijo...

*Ojos ilusionados*
Este definitivamente tengo que plagiarlo para mi futuro (y pos-ladilla) blog... :D
Mejor identificada no me puedo sentir... ARRIBA LOS AMORES PLATÓNICOS Y NO-CORRESPONDIDOS!
Love Ya, Mag!